martes, 10 de mayo de 2016

Multiverso (Multiversum) - Leonardo Patrignani



Título: Multiverso (Multiversum)
Autor: Leonardo Patrignani
Año: 2012
Género: Juvenil / Romance / Fantasía

  Alex Loira, un chico italiano de dieciséis años, cae al suelo desmayado en medio de un partido de baloncesto.

  En ese mismo momento, Jenny Graver, una chica australiana de la misma edad, también se desvanece en su casa. En los últimos cuatro años esta clase de sucesos se ha venido repitiendo con frecuencia. 

  El hecho es que Alex y Jenny se comunican telepáticamente y, ansiosos por conocerse, se citan por fin en el muelle de Altona Beach, en Melbourne. Ambos están allí. O al menos eso dicen.
Porque ninguno puede ver al otro. 

  Marco, un amigo de Alex, descubre que se trata de la teoría del Multiverso: nuestras vidas se desarrollan de manera distinta en una infinidad de dimensiones paralelas. En el mundo de Alex, Jenny murió a los seis años. En el mundo de Jenny, Alex existe pero no es su amigo. ¿Cómo podrán encontrarse? O mejor todavía, ¿cuándo y dónde podrán encontrarse?

       
Saga

1.
2.
3.
Multiverso
Memoria
Utopía

     

Frases

"Nuestra mente es la clave."


"En treinta segundos he conseguido soñar con la chica más hermosa que haya visto, y la catástrofe más espantosa que pueda ocurrir" - Alex


     

Personajes

 Jenny Graver: joven de dieciséis años, de pelo castaño, ojos color avellana y cutis dorado. Cuerpo atlético, nadadora profesional, ganadora de varias medallas. Oriunda de Melbourne, Australia.

 Alessandro "Alex" Loria: joven italiano, que vive en Milán. Capitán del equipo de básquetbol. Rubio.

 Marco: amigo de Alex, un genio informático.

 Thomas Becker: hombre de unos ochenta años, calvo y de aspecto semejante al de un viejo profesor jubilado.

 Clara Graver: madre de Jenny.

 Roger Graver: padre de Jenny, ex campeón de natación.

 Valeria Loria: madre de Alex.

 Giorgio Loria: padre de Alex.

 Mary Thompson: niñera de Jenny, mujer cincuentona de pelo rojo rizado, baja y bastante entrada en carnes.

 Doctor Siniscalco: neurólogo.
       
Opinión Personal

  La idea central de una infinidad de universos paralelos y la posibilidad de viajar entre ellos ya me parecía genial desde que era fanática de la serie "Deslizadores". Por eso leer este libro me pareció una buena idea.

  La historia trata sobre dos jóvenes adolescentes que se comunican telepáticamente y que se aventuran a conocerse en persona. El pequeño problema es que viven en mundos similares pero diferentes, por lo que no logran reunirse. Pero ellos son especiales y poseen el don de viajar con la mente hacia esos otros universos paralelos, lo que desemboca en una serie de diversas y extrañas situaciones.

  La explicación de lo que ocurre es entregada por el amigo genio del muchacho que, tras sufrir un accidente devastador, ha soñado con la posibilidad de poder existir en un mundo donde la desgracia nunca tocó su puerta.

  Y todo lo anterior con el aderezo de un final apocalíptico inminente.


  Bueno, la historia no se me hizo muy fácil de seguir. Con tanto ir y venir, a ratos no tenia idea de lo que estaba pasando, lo cual jugó en contra a la hora de colocarme en el papel de los personajes. Tal vez por eso la historia de amor, que obviamente cumple un rol importante, no me convenció para nada. Pienso que el autor podría haberle sacado mucho más provecho.

  Entendiendo que se trata del primero libro de un trilogía, no esperaba tener todas las respuestas a las preguntas que surgen, pero al menos me hubiera gustado entender lo que estaba pasando. Porque sinceramente, aun no tengo idea ni siquiera de quiénes eran los buenos y quienes los malos. Muchos cabos sueltos, situaciones que parecían estar de mas, personajes que no lograron convencerme del todo... en fin, quien mucho abarca poco aprieta, y en este caso siento que el autor trató de recorrer muchos caminos pero terminó perdiéndose en mas de uno.

  Aún así, la lectura fue fluida, por lo que pretendo leer el segundo libro cuando tenga la oportunidad.

       




¿Ya leíste el libro? ¿Qué opinas de él...

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